Muchos perritos disfrutan jugando a traer la pelota, una botella, una rama, o algún objeto o juguete que les sea lanzado. El problema viene cuando nuestro amigo, en lugar de entregar el objeto para continuar con el juego, lo toma y corre esperando que lo atrapemos. Y ciertamente este es un juego bastante divertido (al menos para el perro), pero afrontémoslo, no lo vamos a atrapar. Esto nos lleva a contestar una pregunta recurrente: ¿cómo enseño a mi perro a entregarme el juguete?
En este juego del "cobro de objetos" existen reglas sencillas de implementar, y si las aplicamos, seguro tendremos buenos resultados.
- El juguete es mío. Vamos a re-plantear el juego, haciendo que nuestra mascota entienda que el juguete no le pertenece, es de nosotros y sólamente se lo prestaremos para jugar. Cuando el juego termine, porque el cachorro se aburrió o se cansó, tomaremos el juguete y lo guardaremos fuera de su alcance.
- No pienso perseguirte. Podemos comenzar enseñando las nuevas reglas a nuestro perro, mediante el juego a pequeña escala. Le colocaremos su collar y una correa larga, un hilo de persiana puede funcionar bastante bien, y comenzaremos a lanzar el juguete a distancias muy cortas. En el momento en que nuestro amigo lo tome, se le hablará efusivamente, y suavemente tiraremos de la correa hacia nosotros. Si nos inclinamos, será más fácil que nuestro perrito se acerque.
- El premio es importante. Una vez que nuestro amigo haya llegado hasta nosotros, lo premiaremos con cariño, de manera efusiva y sin tocar el juguete. La primera parte del trabajo está hecha.
- Entrégame el juguete. Después del premio, podemos tratar de recuperar el objeto. Podemos auxiliarnos de alguna palabra como "dame", siempre y cuando sea la misma cada vez que el ejercicio se realice. En cuanto hayamos recuperado el juguete, volveremos a premiar al perro. ¡Ejercicio completo!
Recuerda: la práctica hace al maestro. Conforme vayamos logrando los objetivos, podemos ir aumentando la distancia a la que lanzamos el objeto. Y cuando la correa deje de ser lo suficientemente larga, primero realizamos el ejercicio con la correa en el piso, aunque el perro la arrastre. Eventualmente podremos quitarla.
Si te ha gustado este tip o te ha quedado alguna duda, te invitamos a comentar. Comparte esta información, todo sea por mejorar nuestra relación con nuestro mejor amigo.
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