Muchos hemos sufrido los efectos de las travesuras de nuestros perros: destrozos en el jardín, ropa y zapatos mordidos, el correo destruido... En fin, hemos estado en la situación en que deshacernos de nuestra mascota parece la única opción viable.
El primer consejo que podemos darte cuando eres dueño de una mascota hiperactiva y traviesa es: "Aumenta su cantidad de ejercicio". Muchos de nuestros perros tienen requerimentos moderados de ejercicio, basta con una buena caminata de 40 o 50 minutos diarios para tener un perro más tranquilo. Otros por el contrario necesitan dosis mayores, como correr en lugar de caminar, o incluso necesitan salir a ejercitarse más de una vez al día. Para estos pequeños traviesos que requieren mayor cantidad de actividad, podemos optar por realizar ejercicios de cobro, donde tú lances un objeto y tu perro te lo devuelva.
Algo que nos cuesta trabajo imaginar, es que nuestro perro, al igual que nosotros, se aburre al pasar todo el día encerrado, sin nadie que le haga compañía. Incluso si nuestro mejor amigo vive en un patio espacioso, esto no nos garantiza que dejará de hacer travesuras. Un ejemplo bastante comparable y entendible es el gimnasio en casa, ¿cuántos de nosotros tenemos algún aparato para ejercitarnos, y en lugar de cumplir su propósito, se utiliza como perchero? La verdad es que a muchos nos cuesta trabajo hacer ese tipo de tareas por nuestra cuenta, y lo mismo le ocurre a nuestro perro: él no se ejercitará sólo en un patio grande, necesita el apoyo de nosotros para hacerlo.
Cuando nuestro perro hace ejercicio, tiende a ser más tranquilo. Además, esto nos ayuda a pasar un rato más en compañía de nuestro mejor amigo, y de paso, nos obliga a ejercitarnos un poco más. Así que recuerda, "la ociosidad es la madre de todos los vicios", y nuestro perro no escapa a este sabio dicho.
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